Foto: Allison Dinner / EFE
Uruguay se clasificó a las semifinales de la Copa América al vencer 4-2 en los penales a Brasil en el Allegiant Stadium de Las Vegas, luego de empatar sin goles en los 90 minutos y de haber jugado los últimos 20 minutos con un jugador de menos por la expulsión de Nahitan Nández. La Celeste ahora enfrentará a Colombia el próximo miércoles en Charlotte.
El inicio del partido no registró situaciones claras de gol, pero sí marcó el ritmo del juego. Brasil se recostó e intentó tener la tenencia, mientras que Uruguay salió con una presión alta constante y que ahogó a los defensas, que muchas veces se vieron obligados a reventarla. A los 13 minutos, Raphinha se hizo cargo de un tiro libre cercano al área que rebotó en la barrera y se fue al tiro de esquina.
La primera situación peligrosa de la Celeste fue a los 16′, cuando Federico Valverde recuperó la pelota pasada la mitad de la cancha y lideró un contraataque que terminó en los pies de Facundo Pellistri, quien envió un centro raso que rechazó Marquinhos al córner. De ese lanzamiento, Manuel Ugarte remató desde afuera del área un despeje y Darwin Núñez la desvió, pero rebotó en el camino y volvió a irse afuera. Mathías Olivera ganó de cabeza nuevamente, pero se le fue muy alto.
A los 25′, Nicolás de la Cruz ejecutó un tiro libre que conectó por el segundo palo Pellistri, pero que ni Núñez ni Ronald Araujo pudieron rematar por el medio ya que se cayeron, pero una vez finalizada la jugada fue anulada por posición adelantada. A la media hora de juego llegó la mala noticia, que fue la lesión muscular de Ronald Araujo que lo obligó a salir.
El minuto más intenso fue, sin lugar a dudas, el 34′, porque Nahitan Nández le puso un centro a la cabeza a Núñez, que no pudo conectar bien la pelota y le pegó con el hombro, por lo que se le fue por encima del travesaño. Brasil salió por abajo y, tras una rápida sucesión de toques, Raphinha quedó mano a mano con José María Giménez, a quien superó y remató, pero Sergio Rochet tapó el disparo.
A puro sufrimiento
Para el segundo tiempo, Uruguay salió más decidido, con firmeza en los balones divididos y nuevamente presionando bien arriba. A los 52′, De la Cruz le colocó un gran pase profundo a Núñez, que no pudo definir y dio media vuelta con el balón en sus pies dentro del área, y terminó rematando fuerte y yéndose la pelota al córner por un rebote en Marquinhos.
Con el correr de los minutos, el partido se hizo muy cortado, con muchas infracciones de ambos lados. Por el lado celeste, Valverde y Maximiliano Araújo probaron en varias ocaciones desde afuera del área, mientras que los norteños se dedicaron a retener la pelota y buscar pisar el área con mucha paciencia y, sobre todo, por el callejón de la cancha.
Sin embargo, a los 74′, Nández derribó a Endrick de atrás y fue amonestado, pero el VAR llamó al árbitro, el argentino Darío Herrera, y este decidió cambiar la tarjeta por roja. Los siguientes minutos fueron eternos, pero la Celeste resistió y forzó la definición por penales.
A todo o nada
Valverde comenzó la ronda de penales convirtiendo su gol y Sergio Rochet le tapó de gran manera el primero a Éder Militao. Rodrigo Bentancur anotó el suyo, Andreas Pereira descontó y Giorgian de Arrasceata puso el 3-1, mientras que Douglas Luiz cruzó el suyo y lo estrelló en el palo. Giménez tenía para ganarlo, pero Alisson le ganó el duelo. Gabriel Martinelli mantuvo vivo a Brasil y todo recayó en los pies de Manuel Ugarte, que no se puso nervioso y le dio el triunfo a Uruguay.